15 de Noviembre de 2021

"Mi nombre es Maria Cecilia Marino. Mi Unidad es el Batallón de Ingenieros 601 ubicado en Campo de Mayo".

Empecé a trabajar en el Ejército Argentino tras terminar el colegio a los 18 años en Villa Martelli, por esos años era obligatoria la afiliación al Fondo Compensador, en la oficina mía estaba quien era el representante del Fondo Compensador. Soy la primera representante femenina.

Mi mamá también era Personal Civil del Ejército y siempre se preocupaba por los asociados y cuando éstos llevaban cosas al Fondo Compensador yo aprendía de esos contactos.

El Fondo tiene representantes titulares y suplentes, era otro señor el representante y yo era la segunda, así hasta que empecé a ser representante titular en 1988.

Al Fondo Compensador lo conozco desde el momento que se creó, que fue en julio del año 1972, porque como mi papá era agente civil él vino con la noticia "ahora va a haber una mutualidad que nos va a dar un porcentaje más una vez que nos jubilemos" y pues ahí entonces ya desde siempre estuve en contacto con el Fondo Compensador conociendo las actividades.

En el año 92 nos pasaron a Campo de Mayo por reestructuración del ejército a unos 200 agentes civiles en Villa Martelli que luego lógicamente se fueron jubilando. Con el tiempo empezamos a perder agentes civiles, quedamos muy pocos siendo mayor el número de personal militar que no es tan estable y por ahí solo buscaba el préstamo nada más; dejando de lado los demás beneficios.

Al principio de su creación el Fondo funcionaba en una oficina dispuesta en la Contaduría General del Ejército en la calle Piedras 141, luego se compró la actual sede donde se fue progresando con los intentos de todos para salvar la mutual y están haciendo muchas cosas en la actualidad.

En algún momento yo recuerdo cuando se perdió la obligatoriedad de ser afiliado y decían que se iba a repartir lo que había; sin embargo, los directivos buscaron la manera con proyectos nuevos y todo salió adelante.

Un trato afectuoso con el asociado

Los asociados preguntaban siempre como sacar un préstamo por ejemplo y venían buscando información Yo tenía veintipico de años y todos venían para ver si se podía solucionar un problema o algunas cosas como llevar los papeles para la jubilación y otros trámites.

El trato siempre ha sido familiar y afectuoso. Cómo representante miraba a todos como una familia y siempre trataba y trato de ayudar, no solo en lo referente a la mutual, sino con las cosas que nos pasan en la vida y estar con ellos en la parte humana es muy valioso. Es muy distinto ser parte de una mutual que no serlo para resolver la problemática de cada uno.

Al asociado de la mutual le diría que no duden en acercarse en plantear lo que necesiten porque siempre van a ser tratados con respeto y afecto. Siempre van a tratar de solucionar cada cosa que les pase y no como algo comercial, sino como hermanos que es lo que se destaca en la mutualidad.

Estoy orgullosa de la mutual y agradecida también, porque siempre estuvieron al lado de todos los que necesitaban algo, siempre ayudaron y entonces uno tiene que ser agradecido con la gente que le tendió su mano.