Nuestro amado país, a diferencia de muchos otros, es pródigo en fechas patrias. Desde pequeños las aprendimos todas, las celebramos, conocemos al menos superficialmente su significado y en mayor o menor medida nos sentimos mas "patriotas" en esos especiales días.
¿Como podemos entonces tratar de conceptualizar lo que es la patria? Diremos sin temor a equivocarnos que la patria es el país o lugar en el que hemos nacido, al que se pertenece por vínculos históricos, jurídicos, sociales y con el cual nos sentimos identificados por razones afectivas. Entonces, un patriota es aquel que ama profundamente la patria propia y trabaja y se arriesga por esta.
En la escuela, desde la mas tierna infancia, nuestros abnegados docentes nos inculcaron un el profundo amor por la patria, a honrar a sus símbolos y respetar a nuestros héroes. ¿Para ser sinceros, quien de niño y hasta de púber, no se ha soñado a si mismo emulando a alguno de los grandes lideres de nuestra historia, librando una gran batalla para obtener la libertad, cargando a caballo, sable en mano y a degüello?
Sin embargo, de todos nuestros símbolos patrios hay uno que por sí mismo abarca al conjunto y a la vez sobresale del resto, que es nuestra carta de presentación ante el mundo, que no importa en donde estemos, pero cuando la vemos sabemos que es nuestra y se nos hincha el pecho de orgullo y con certeza, se nos caerá alguna lágrima. Nuestra Bandera Nacional.
Es nuestro mayor símbolo patrio. Ella subsume en si misma, al resto de demás símbolos. Ninguno tan importante ni distintivo. Ninguno por el cual haríamos el supremo sacrificio excepto por defenderla a ella.
Decir patria es decir bandera. Así lo pensó su creador don Manuel Belgrano. Si vamos a tener que defender a nuestra patria, debemos tener una bandera que nos una y que nos distinga del resto. Y a pesar de no haber sido comprendido en su tiempo por su grandeza y genialidad por los políticos de turno (si, también había políticos en aquellas épocas), entendió que su deber como patriota era desobedecer las órdenes del gobierno en beneficio de un bien superior.
Vuelva, amigo lector, unos años atrás, muchos o pocos no importa. Remóntese a un 20 de junio cualquiera de su infancia, recuérdese parado en fila en el patio de su colegio o en alguna plaza, con su maestra al frente y su guardapolvos bien planchado, quizás con la suerte de un día soleado y con la ansiedad de contestar a la pregunta que vendría con un grito: "Si Prometo".
O ya vistiendo uniforme, no importa de que fuerza, parado en la plaza de armas de su cuartel o en el dispositivo de desfile en el centro de la ciudad, ansioso por gritar a todo pulmón la respuesta a la misma pregunta que nos hicieron años antes, pero ahora como juramento. En ese "Si Juro" dejamos sin dudas todo el aire que teníamos contenido en el pecho. Es que, a partir de allí, ya éramos soldados bajo bandera. Nada más, pero nada menos. Y estábamos dispuesta a ser fieles a ese juramento.
Hace 40 años, los hombres en Malvinas cumplieron como sus antepasados a lo largo de las páginas de la historia grande de la nación, su compromiso de ofrendar su vida por defender la bandera y todo lo que ella representa. Y ese "todo" es un concepto tan abarcativo, subjetivo, tan etéreo que es imposible de definir en pocas palabras, excepto con una que lo aglutina todo, no importa la condición social, política, cultura, religiosa o personal de que la pronuncia: Patria.
Como vemos Patria y Bandera. Bandera y Patria. Las dos caras de una misma moneda. Y estará de acuerdo conmigo que no hay Patria ni Bandera mas hermosas que la nuestra.
Así que lo invito, cuando tenga la oportunidad de ver flamear su bandera, o si es testigo de su izamiento, retroceda en el tiempo. Véase de guardapolvos o de uniforme, como allá lejos y hace tiempo. Recuerde a su maestra o su jefe. Por un segundo medite en todos aquellos que dieron su vida para que hoy tengamos una patria. Y si está con su hijo o su nieto, tómelo fuerte de la mano. Quizás no entiendan. Ya lo harán. Y aun desafinando, cante. Cante fuerte. No me deje solo. Vamos "...Alta en el cielo, un águila guerrera, audaz se eleva, en vuelo triunfal...".-
Hasta la próxima.-
por Alberto Ricardo Lupo