19 de Abril de 2022

Hacer memoria es algo así como volver a iniciar un viaje desde otra estación, desde un tiempo distinto. Abrir un viejo arcón lleno de recuerdos, prístinos unos, algo borrosos otros, algunos lindos, otros no tanto, pero inevitablemente nuestros y cargados de esa sana emoción que nos permite entender que hemos vivido.

Aquella mañana fría del viernes 02 Abr 82, temprano aún, recuerdo vívidamente a mi abuelo Félix parado, más bien erguido con sus setenta y muchos años al pie de mi cama, con un mate bien ensillado en la mano explicándome que habíamos recuperado nuestro sagrado territorio. Me hablaba de tropas, de una operación militar, de islas, de bajas, de que los vamos a poder a los gringos si vienen; todo esto al tiempo que le pedía a mi abuela Rafaella que le preparase el traje azul con el que se presentaría en el Escuadrón de Gendarmería en la ciudad de Balcarce.

¿Como él, viejo comandante principal retirado no se iba a presentar ante el llamado de la Patria?...... Y ella diciéndole que ya había pasado su tiempo, que parecía un viejo loco, que ahora nos tocaba a nosotros defender a la Nación. Pero sin dejar de buscar y encontrar al fin el bendito traje. El que repasó con una plancha tibia. No iba a permitir que su marido por mas de sesenta años, se presentase con la ropa arrugada. De buena gana hubiese pagado por ver la cara del Oficial de Guardia cuando el sábado 03 de abril le debió explicar a mi abuelo que ya había cumplido con su deber y que setenta y tantos son muchos, aún para un viejo soldado.

Como esta anécdota, millones más habrán ocurrido. Seguramente cada uno de nosotros tiene una en su familia. Y año tras año las recordamos como una forma de mantener viva la llama de la memoria. Y les cuento un secreto... ya pasaron 40 años de estos hechos.
Para cualquier argentino bien nacido que se precie de ser, "abril" desde 1982 significa MALVINAS. Y Malvinas resumen en si misma nuestra historia, nuestro presente y futuro, una inagotable galería de muestras de valor, de solidaridad, de esperanza, de sacrificio, de amor.

Analizar la guerra, el antes o el después, las causas y sus consecuencias no es el fin de este editorial. Cuando se habla de guerra, pareciera que se impone la tercera persona, que el conflicto es de otros, que las balas caerán lejos de nosotros. Que las bajas serán ajenas. Hace 40 años que nos dimos cuenta que hablando de MALVINAS, ello no fue así.

Esta vez las balas picaron cerca, muy cerca, los gritos de los heridos los escuchamos claramente, las bajas fuimos nosotros, que 649 fueron los caídos en combate, pero no los muertos a causa del conflicto. Y sin embargo ello y más allá de todo, si nos tocase volver, sin dudar un instante, volveríamos.

MALVINAS es la gran causa nacional. Quizás y tristemente, la única. Nos conmueve, nos interpela, nos une, nos iguala. Así debe ser. Y así será. Desde nuestra entidad, con el pecho henchido por un patriótico sapucai, decimos "Deber Cumplido. Gloria nuestros héroes. Honor a nuestros veteranos. Viva la Patria".-

Hasta la próxima.-