Un testimonio es algo que uno tiene que dar a los demás
"Lo que me motivó a escribir este libro es precisamente el testimonio; porque cuando yo estuve enfermo el testimonio me sirvió de mucho.
Entonces era lo que yo tenía que brindar, un mensaje; porque en el mundo sigue existiendo mayoritariamente que el "cáncer es igual a la muerte", tiene muy mala prensa y con razón porque es una enfermedad muy brava, pero a la que se le puede ganar: se puede curar.
Eso sí, hay que hacer las cosas bien: los tratamientos médicos; los tratamientos psicológicos; aferrarse a la fe, si se la tiene, yo por ejemplo soy cristiano católico y me ayudó muchísimo".
Los años malos
"Cuando me diagnosticaron por primera vez, yo trabajaba como chofer de remis, y eso me terminó de enfermar, yo ya venía con un proceso de enfermedad de mi papá, que tuvo cáncer también y falleció. Fueron años malos, en la calle se trabaja muchas horas, se come mal, se vive mal. Este trabajo terminó con mi salud, que seguramente ya estaba comprometida. Cuatro años después de fallecer mi papá, me enfermé yo. Cuando me enteré lo primero que pensé es que me había puesto en la fila.
Me operaron y me dijeron que era un pólipo y no me dijeron la verdad, era una mentira piadosa, entonces la enfermedad pudo avanzar. Pensaba que no tenía salvación.
La idea que yo tenía de la enfermedad, así como la tiene mucha gente, era la peor, decir "cáncer" era decir "muerte" y pensé que me iba a morir. El primer diagnóstico fue en 1997, pasaron muchas cosas en ese tiempo, tuve un apoyo incondicional de parte de mi mujer Adriana ya que esto fue realmente duro para ambos.
Me operaron después; hice tratamientos que no dieron resultado, y en el año 1998 me dieron seis meses de vida. Estaba muy mal y afortunadamente conocí la Fundación "Apostar a la Vida" gracias a una amiga de mi mamá que era la que participaba en sus reuniones. Es una fundación de atención psicológica para pacientes oncológicos".
Para curarme tuve que cambiar mis pensamientos
"Quise probar, quería curarme, estaba con mucho miedo y empecé a asistir y realmente cambió el paradigma que yo tenía del "cáncer" igual a "muerte", entendí que no era así y que tenía una segunda oportunidad aún estando muy comprometida mi salud.
Entonces me encontré con muchas personas, profesionales psicólogos y pacientes con la enfermedad avanzada que escuchaban las historias y estaban de pie; como podían tener esa fuerza, ese empuje, esa autoridad al decir "el cáncer es curable", "se puede" "hay una segunda oportunidad". Todo esto para mí era un mundo nuevo, totalmente desconocido y me empecé a enganchar y a trabajar mucho, con un tratamiento".
El alta definitiva
"Hace dos años y medio, casi tres años, que me dieron el alta definitiva. Fueron bastantes años, muy intensos y donde pasé cosas muy serias.
Hemos contado esto de manera literaria, pero lo que ha pasado ha sido real. Uno siente que esta es una nueva vida, y que este Jorge no es el mismo de antes, es un Jorge mejor.
Todo depende de uno, ya que "las pruebas nos prueban", pero está la sabiduría de aprender de ellas, aprovecharlas y se aprende o no.
Para mí es una segunda oportunidad; el que yo era antes no era malo, pero tenía un montón de actitudes y pensamientos que me ayudaron a enfermar y que hoy evito y hago todo lo posible para mantenerme bien, saludable, disfrutar de la vida, de cada momento; como siempre hay cosas difíciles, pero uno las encara de otra forma. Esto es una historia brava con final feliz".
La génesis del libro "Al cáncer se sobrevive dos veces"
"Después de mi enfermedad y cuando ya me dieron el alta, pensé que debía dar yo también mi testimonio y escribir un libro contando esta experiencia tan fuerte que podría ayudar a muchas personas; pero hubo cuestiones familiares prioritarias, y el libro tuvo que esperar y un día dije "esto hay que hacerlo, no puede quedar así". Yo me sentía en deuda con la vida y quería cumplir.
Había que hacerlo con tiempo y aparte para mí era una experiencia nueva, yo no tengo la formación de Borges o Bioy Casares, no soy un literato, pero sabía lo que me había sucedido y como salir de eso y empecé a poner en palabras todo lo que salía del corazón y todo lo que salía de la mente.
Fui armándolo de a poco, me fui tomando mi tiempo, pensando en la construcción que hacía, la mejor manera de dar consuelo y sobre todo esperanza. Después me pasó una cosa muy curiosa, que, cuando terminé el primer borrador tuve que sacar un montón de material, porque me di cuenta que había demasiado detalle.
Hay gente que le cuesta producir material, pero lo mío era escandaloso; tal vez hice una catarsis, una purificación, una limpieza. Entonces dejé solo lo principal, para que el material sirva realmente y que no haya una maraña de detalles donde el lector se empantane y no advierta el camino que hay que recorrer en estos casos.
"Al cáncer se sobrevive dos veces" es un libro testimonial sobre una etapa de mi vida en la cuál a los pocos meses de casarme, hace ahora 25 años, tuve el terrible golpe de un diagnóstico con esta enfermedad. Este libro es una misión en mi vida. Fue un trabajo hermoso, imbuido de nobles propósitos, y también un desafío".
El libro ya está, tiene alas y quiere volar
"A pesar de las circunstancias, ahora estoy organizando presentaciones, claro que el verano es una época mala para estas actividades, pero siento que llegó la hora.
Me entregaron el libro el 31 de diciembre de 2021, ya veníamos generando la expectativa con médicos del hospital, profesionales de la salud, familiares y amigos.
En el hospital mismo donde trabajo, hay profesionales médicos y el texto causó una buena impresión; una persona me dijo que "es como si me lo estuvieras contando, es tan sencillo". Otra me dijo "no lo puedo creer, por todo lo que pasaste y estás acá". Yo no quise poner cosas complicadas, solo contar una historia de vida, pienso que sirve mucho a la gente conocer todo esto.
Es todo un esfuerzo en todo sentido, no venimos con el apoyo de una editorial grande, sino desde el emprendimiento de una gente amiga que está trabajando muy bien. Es una publicación autogestionada. Como uno no es conocido tiene que arrancar así.
Está colocado en Amazon y se han vendido en EE UU algunos ejemplares, hice 50 ejemplares en la primera edición y 50 en la segunda.
Queremos que a la gente que lo lea, le haga bien, ya que son buenas noticias, y se están necesitando las buenas noticias; claro que vivir es complicado, la guerra, la economía; pero necesitamos cosas que fortalezcan nuestra esperanza, que no todo está perdido. Porque si no, nos tiramos en una cama y ya está, bajamos la persiana".
Lo más fácil era tirarme en una cama y dejarme morir
"En realidad, para mí era más fácil tirarme en una cama y dejarme morir, tenía el 95% en contra y un pequeño porcentaje a favor, en el año 1998, me daban seis meses de vida y lo bello y maravilloso de la vida es que mi hija que es la luz de mis ojos, cumple 20 años y yo estoy aquí y ahora, lleno de vida para ella.
Al oncólogo que me atendía, que era médico de la Mutual de Televisión, aunque a mí me atendía en el hospital, le pedí su opinión y me dijo "esto viene mal, así como está, tiene unos seis meses, vamos a hacer lo que se pueda, pero no más que eso".
A contracorriente me afirmé en que quería hacer los tratamientos, quería conseguir los remedios, hacer todo lo que hay que hacer, todo lo necesario, "de esta voy a salir, no me va a pasar lo que le pasó a mi viejo y a otra gente" decía".
Un camino diferente
"Con un diagnóstico de estos, en que un día nos dan la noticia que tenemos un cáncer físico, uno tiene una metastásis pero psíquica, ?tenés cáncer? no hay otra cosa tan terrible, que ni siquiera se nombraba; ni la pandemia tiene esa carga tan negativa. La realidad es que el cuerpo es lo último que se enferma; hay gente que ante la enfermedad se esconde, se despide, podrían haber hecho otras cosas.
Yo por suerte, seguí un camino diferente que obviamente podría haber salido mal; pero yo lo pongo en el cúmulo de cosas que a mí me ayudaron a salir adelante y hoy puedo asimilar que tengo un presente, con sus cosas buenas y con sus cosas no tan buenas.
Por eso en el libro yo le dejo al lector que saque sus conclusiones, soy creyente, eso me ayudó mucho, pero los milagros son otra cosa. Claro que la fe ayudaba mucho, pero mientras había que hacer muchas cosas, como por ejemplo tomar las riendas de la vida, entender, trabajar sobre lo que nos falta.
Hoy se ven muchas herramientas nuevas; muchos tratamientos; muchos medicamentos, los avances son impresionantes, pero se basan en la oncología y no en otra cosa. Sin embargo, no se conoce todo esto, y con la pandemia hay menos información.
Hay más gente enferma, pero también hay más gente que se salva. La sociedad ignora muchas cosas, porque no se difunden. Parece que la vida no vende y la muerte sí".
Colofón
"Es obvio que no lo hice solo, pero lo más importante es que me tuve a mí mismo a favor de la vida. Somos lo protagonistas, y podemos construir nuestro destino. No somos simples espectadores de nuestra vida.
No hay que ver la vida cómo en una película que va pasando; ver como los demás influyen, como los demás interactúan; uno es el héroe en su propia historia. Por eso decidimos dar buenas noticias sobre esto, un mensaje esperanzador".
Si queres adquirir el libro comunícate al 11 2817-1412