21 de Febrero de 2022

Días atrás, en la playa, bajo una sombra piadosa y con la térmica rozando los cuarenta grados, me entretenía mirando como mi hija mayor, protector solar en mano, correteaba detrás de mi nieto menor con la firme creencia de poder alcanzarlo y aplicarle el ungüento salvador.

Solo era cuestión de tiempo para que el pequeño vástago pidiera refugio en los brazos protectores de su abuelo, para evitar el embadurnamiento de crema y el casi seguro coscorrón por no acudir con premura al llamado reiterado de su madre. Inevitablemente me pregunté, viendo a la madre y al hijo, ¿cuándo fue crecieron tanto?. Si estoy viéndome a mí mismo representando ese papel años atrás... Una media sonrisa se pintó en mi rostro y estoy casi seguro que me dije en voz muy tenue ..."es la ley de la vida"...

Em 1972 nuestra mutual nacía en un mundo lleno de desafíos, convulsionado y cambiante. Su modelo, objeto, misión y conformación era la respuesta adecuada que encontró el Ejército Argentino en ese tiempo para ayudar a sus Agentes Civiles que pasaban a ¿"disfrutar"? de la tan merecida jubilación.

Los años fueron propicios. Dentro de la Fuerza, las vacas eran casi gordas y miles de Agentes Civiles cubrían los más variados puestos y destinos a lo largo de toda la geografía nacional, en docenas de unidades militares, de gendarmería del ya extinto IOSE. Y siendo la pertenencia al Fondo Compensador una condición de ingreso a las fuerzas; el presente estaba asegurado y el futuro se preveía tranquilo y promisorio.

Y el tiempo fue transcurriendo y con él, la cantidad de asociados, aunque no así los servicios mutuales. Solo nos conformábamos con el pago puntual de los entonces llamados "Complementos Jubilatorios y/o Pensionarios". La existencia de una línea básica de Ayudas Económicas Mutuales muy limitada en montos, aunque siempre vigente y algún que otro subsidio mutual ante un fallecimiento, nacimiento o matrimonio. Muy poco personal, una contabilidad adecuada y simple... y hasta allí. Durante muchos años el Fondo entró en un soporífero letargo solo sacudido una vez al año por la realización de la Asamblea anual. Esto así...hasta que llego el 2003¡¡¡. Y como advierte la Biblia, sobrevinieron las épocas de vacas flacas. Oscuras fuerzas que durante años trabajaron en desmedro de nuestra entidad, contando con nuestra inacción y hasta quizás indolencia, sumando a ello una situación general de crisis económica-política-social, hicieron de catalizador suficiente para que, mediante un decreto presidencial absolutamente inconsulto e inadvertido, se deje sin efecto la condicionalidad de ingreso a la Fuerza y su consecuencia directa, la libre asociación a la entidad; condenándola casi a su extinción y desaparición. La gran cantidad de asociados obligados, mas el ingreso mensual de sus aportes sin prácticamente contraprestación alguna y la ?seguridad? que esta situación no variaría en el tiempo, produjo una falsa perspectiva de seguridad.

Hoy, tenemos el privilegio de integrar una comunidad mutual pujante y actualizada a los tiempos que corren. Ayudas económicas mutuales a las mejores tasas del mercado y con plazos adecuados para cada necesidad. Subsidios en permanente actualización. Casi una veintena de servicios mutuales de la mas variada índole. Un servicio de sepelios de primera calidad y para todo el país. Hotelería propia y del mejor nivel internacional. Una excelente proveeduría virtual hecha a medida de nuestros asociados. Convenios con otras mutuales hermanas del sector y con Federaciones. Sede y locales propios. Un innovador y exitoso sistema de cuentas de capitalización individuales para nuestros asociados. Permanente comunicación con los socios a través del Boletín Informativo, la pagina web de la entidad, las redes sociales, canales de WhatsApp y YouTube. Cursos, charlas, conversatorios, jornadas de actualización mediante uso de plataforma virtual y en forma presencial. Convenios con casas comerciales. Y el reconocimiento por todo lo logrado del INAES, Confederaciones y Federaciones del sector. Y más...

Y entonces, como me lo pregunte al comienzo, ¿cuándo fue que crecimos tanto?...

Sin lugar a dudas, el brutal mazazo recibido en el 2003 fue la clave para decidirnos a ver en esa crisis, una posibilidad de cambio y superación. Fue el temple, la convicción, el coraje y la determinación de los hombres y mujeres de la conducción de entonces, quienes decidieron dar batalla y no resignar todo lo logrado en tantos años de trabajo y sacrificio, el combustible necesario para alentar los motores del desarrollo y crecimiento de nuestra vigorosa mutual del 2022.

Decidimos crecer y avanzar. No importa el sacrificio, el tiempo que lleve y las tareas que nos imponga la meta fijada. Nos autoimpusimos todos, directivos, asociados, representantes , personal y colaboradores, a seguir creciendo y avanzando. Siempre.

Por que en definitiva, crecer y avanzar... es una ley de la vida!!!!!

Hasta la próxima.-